Comprender desde la fe católica el correcto sentido y uso de los medios de comunicación social es posible sólo desde una reflexión sobre los modos con los cuales Dios ha buscado intervenir en la historia humana. A través de sus ministros la iglesia se vuelve comunicativa, comunicar para la Iglesia no es una opción, es su misión misma. Más bien, desde el punto de vista teológico, la Iglesia nace y vive gracias a Dios que se ha comunicado en Cristo. El maestro que desde el principio de los tiempos ha estado en comunión con su pueblo y profetas, una iglesia que ha sido querida por Cristo como sacramento de comunión de los hombres con Dios y entre ellos.

En un documento de Iglesia e Internet, n. 10. publicado en el año 2002 por el Pontificio Consejo para las comunicaciones sociales podemos leer lo siguiente:

“Es importante, además, que la gente en todos los sectores de la Iglesia use Internet de modo creativo para asumir sus responsabilidades y realizar la obra de la Iglesia. No es aceptable quedarse atrás tímidamente por miedo a la tecnología o por cualquier otra razón, considerando las numerosas posibilidades positivas que ofrece Internet.”

La Iglesia está y debe estar presente en el corazón de todos los medios de comunicación, así como lo expresa el documento que hemos citado anteriormente, hoy en día, la iglesia, así como otras instituciones deben mostrarse flexibles a los cambios que ofrece la era digital, ello le permitirá tener una mayor expansión en cuanto a evangelización como herramienta necesaria para orientar, enseñar y guiar a los creyentes; de igual manera la tecnología debe ser una herramienta para ofrecer a las personas un medio para compartir sus creencias.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Las opiniones sobre esta nueva herramienta de comunicación en la Iglesia están divididas. Una parte de la Iglesia piensa que internet permitirá la expansión del cristianismo y por consiguiente la evangelización de un mayor número de personas. A crear vínculos entre los cristianos e incluso a profundizar más en los estudios a través de las plataformas, el internet, y en particular las aplicaciones móviles, construyen una comunidad de forma más fácil y rápida.

Por otra parte, algunas personas temen que la posibilidad de hacer una oración desde su casa y frente a un celular pueda, por el contrario, destruir la comunidad eclesial. Si todo pudiera hacerse a distancia, los fieles podrían incluso dejar de sentir la necesidad de ir a la iglesia. Asistir a las Eucaristías, reunirse con los miembros de la Iglesia y platicar con ellos; todas estas costumbres de los cristianos podrían ser remplazadas por las nuevas tecnologías.

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